FILADELFIA - 20 de abril de 2021 - Una coalición de funcionarios electos progresistas locales emitió la siguiente declaración sobre los veredictos unánimes de culpabilidad en el caso de Derek Chauvin, y pidió un cambio sistémico a través de una nueva visión de la seguridad pública que ponga fin al continuo aumento de los presupuestos de la policía, en lugar de invertir en las comunidades y los servicios públicos que previenen la violencia en todas sus formas. El senador estatal Nikil Saval, los concejales Helen Gym, Kendra Brooks y Jamie Gauthier, y los representantes estatales Elizabeth Fiedler, Rick Krajewski y Chris Rabb emitieron la siguiente declaración:  

"La violencia ejercida sobre George Floyd fue a la vez singular y universal. Fue violencia ejercida sobre su cuerpo, y fue violencia ejercida sobre una familia, una comunidad, una nación y el mundo entero. Los veredictos del jurado significan que el asesinato cometido ha sido reconocido como tal por el Estado: un asesinato.  

"Esto es un reflejo de la "justicia" de acuerdo con nuestros sistemas actuales. Pero estos veredictos por sí solos no traen la curación a una familia en duelo y a las comunidades negras y marrones de todo nuestro país. No corrigen la injusticia fundamental de que George Floyd debería estar vivo hoy. Y no cambian la realidad de que, en toda nuestra ciudad y en todo el país, la gente se siente insegura en sus propias comunidades. La gente se siente insegura porque la vivienda es insegura, sus familias tienen que luchar para sobrevivir y, si se produce un acto violento, existen pocos apoyos estructurales para mitigar la situación y ayudar a la gente a recuperarse.  

"Hemos comprobado de primera mano que no podemos solucionar los problemas estructurales mediante el encarcelamiento, incluido el problema de la violencia policial. Para lograr una justicia y una seguridad verdaderas, tenemos que atajar las causas de la violencia policial de raíz: la supremacía blanca y el capitalismo racial.  

"Tenemos que reconocer la diferencia entre lo que realmente nos mantiene seguros y lo que perpetúa el daño sistémico. La criminalización de la pobreza, la hipervigilancia de las comunidades de color y la militarización de la policía no mantienen seguras a nuestras comunidades. Debemos redirigir el dinero que se gasta en sistemas de opresión e invertirlo en recursos y servicios comunitarios, en vivienda y en escuelas públicas. Debemos comprometernos a seguir las directrices de las comunidades más directamente afectadas y que mejor pueden dar forma a una nueva visión de la seguridad pública". 

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