Harrisburg, PA - 25 de abril de 2023 - Hoy, en respuesta a una votación en el Comité Judicial del Senado de Pensilvania para avanzar en la legislación que criminaliza los centros de prevención de sobredosis, el senador estatal de Pensilvania Nikil Saval (D-Filadelfia) publicó la siguiente declaración:    

Independientemente de dónde vivamos, de lo que hayamos vivido o de los recursos de que dispongamos, todas las personas merecemos que se nos trate con respeto y dignidad y que se nos proporcione el apoyo que necesitamos para estar sanos y bien.  

Nuestra nación sigue experimentando una pérdida histórica de vidas por sobredosis, y ninguna comunidad ha quedado indemne. Pensilvania está totalmente inmersa en esta crisis. Una muerte por sobredosis es demasiado; nuestra Commonwealth pierde a quince personas cada día. En 2021, Filadelfia, mi ciudad natal, registró el mayor número de muertes por sobredosis no intencionadas de su historia: 1.276 víctimas mortales. El dolor de estas muertes perfora nuestras comunidades. 

En el contexto de esta emergencia nacional de salud pública, los centros de prevención de sobredosis han surgido como una herramienta de sentido común de probada eficacia para salvar vidas. Un estudio tras otro demuestra que, además de prevenir las muertes por sobredosis, estos centros reducen la transmisión de enfermedades, mejoran el acceso a la atención sanitaria y aumentan la participación en programas de tratamiento de adicciones que salvan vidas.  

A medida que más y más estados miran a los centros de prevención de sobredosis como herramientas para salvar las vidas de sus residentes y estabilizar sus comunidades, me consternó ver el proyecto de ley 165 del Senado, que criminalizaría estos espacios que salvan vidas en todo el estado, avanzar fuera del Comité Judicial. SB165 se basa en falsas pretensiones-en términos de cómo los centros de prevención de sobredosis operan en la práctica y en términos de su impacto en las comunidades circundantes. Y las consecuencias muy reales si se aprobara en ambas cámaras son que más personas -nuestros electores, nuestros vecinos y nuestros seres queridos- morirán.  

Los centros de prevención de sobredosis son coherentes con los principios de derechos humanos y dignidad; estos espacios existen únicamente para reducir los daños y promover la salud de algunos de los miembros más vulnerables y marginados de nuestra sociedad.  

Como órgano legislativo de nuestra Commonwealth, la protección y promoción de estos derechos es un aspecto fundamental de nuestro trabajo. Es nuestro deber y obligación garantizar la salud y el bienestar de nuestros residentes. A medida que las personas y las comunidades a las que servimos se enfrentan a los efectos cada vez más devastadores de la crisis de los opiáceos, es imperativo que adoptemos soluciones basadas en pruebas para salvar vidas y apoyar mejores resultados sanitarios para todos. Los centros de prevención de sobredosis son cruciales entre estas soluciones. 

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